EE.UU. reanuda subastas petroleras en el Golfo de México
- Redacción

- hace 5 días
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Trump ofrece más de 80 millones de acres para perforación con regalías reducidas; ambientalistas advierten retroceso climático.

Este miércoles, el gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, realizó la primera subasta de derechos de perforación de petróleo y gas en el Golfo de México desde 2023, marcando un giro contundente hacia la expansión de la producción offshore de combustibles fósiles.
La subasta fue gestionada por la Oficina de Gestión de Energía Oceánica (BOEM, por sus siglas en inglés), que ofreció 81.2 millones de acres en aguas federales del Golfo a una tasa de regalías del 12.5 %, la más baja permitida bajo la nueva ley fiscal firmada por Trump en julio de este año.
La actual política energética representa una ruptura con el enfoque de la administración Biden, que había limitado drásticamente las licitaciones petroleras en alta mar como parte de su agenda climática. En contraste, la ley fiscal de Trump contempla 30 subastas similares como parte de un esfuerzo para impulsar la producción nacional y reducir la dependencia energética externa.
La reducción en las regalías, que bajo Biden eran de un mínimo del 16.66 % según la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, busca atraer nuevamente a las grandes petroleras, en un contexto donde el precio del crudo ha caído cerca de un 20 % durante 2025.
Pese a la magnitud de la oferta, el interés fue moderado: 26 empresas presentaron 219 ofertas que cubren aproximadamente 1.02 millones de acres, es decir, apenas el 1.3 % del total ofertado, según datos oficiales de BOEM. El evento fue transmitido en vivo desde el sitio web de la agencia.
La subasta anterior, celebrada en 2023, registró una mayor participación, con 352 ofertas por 1.73 millones de acres, generando más de 382 millones de dólares, el monto más alto recaudado en una venta offshore desde 2015.

Aun así, funcionarios del sector energético consideran que las mejoras tecnológicas en la perforación en aguas profundas y la estabilidad jurídica de los contratos federales podrían reactivar la inversión en esta región.
Actualmente, la producción offshore representa alrededor del 15 % del total nacional en EE.UU., pero ha ido perdiendo terreno frente a los yacimientos de esquisto terrestre, debido a mayores costos iniciales y plazos largos de explotación. No obstante, el gobierno de Trump apuesta por un retorno estratégico al Golfo como uno de los motores clave del autoabastecimiento energético.
Organizaciones ambientalistas han expresado su rechazo a la nueva política, señalando que extender la explotación de hidrocarburos en zonas sensibles como el Golfo de México representa un retroceso en los compromisos de reducción de emisiones y una amenaza directa para la biodiversidad marina.
Fuentes: Aristegui Noticias, Reuters, El Economista, Global Energy







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