Afectación de Lluvias al 68% de los Cultivos de Naranja en México

Las intensas lluvias ocurridas entre el 7 y el 11 de octubre de 2025 afectaron gravemente los cultivos de naranja en México, estimándose que el 68.8% de la producción nacional ha sufrido daños. Este porcentaje equivale a unas 3 millones 328 mil toneladas de naranjas que podrían verse afectadas. Las principales zonas productoras de naranja, como Veracruz, San Luis Potosí y Puebla, fueron las más impactadas, lo que ha generado gran preocupación en los productores del sector agrícola.

Veracruz, que es el principal productor de naranja en México, concentró el 53.3% de la producción nacional en 2024, con más de 2.5 millones de toneladas. San Luis Potosí y Puebla también tienen una significativa participación en la producción de este cítrico, con 7.7% y 7.8%, respectivamente. Las autoridades federales, como la Secretaría de Agricultura y la Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria, están realizando un censo para determinar la magnitud exacta de los daños, aunque aún no se han emitido cifras definitivas.

Productores de Veracruz, especialmente en el municipio de Álamo Temapache, reportan pérdidas de hasta el 80% de su cosecha debido a las lluvias, lo que podría desencadenar un aumento en el precio de la naranja. Este tipo de desastre natural ha sido inédito para muchos en la región, y aunque algunos productores no se han visto tan afectados, otros enfrentan pérdidas significativas. Esta situación pone en riesgo la estabilidad del mercado local y nacional, lo que podría tener repercusiones tanto en la economía agrícola como en los precios al consumidor.

Se espera que, una vez se concluyan los censos y se determinen los daños, las autoridades implementen estrategias para mitigar las pérdidas y apoyar a los productores afectados. El sector citrícola, fundamental para la economía de varias regiones del país, tendrá que hacer frente a este reto, mientras se evalúan posibles medidas de apoyo gubernamental para garantizar la recuperación de los cultivos y la estabilidad del mercado.

Fuente: Milenio