2025: Gaza y México, los más mortales para periodistas

67 periodistas asesinados en un año marcado por guerras y crimen.

El año 2025 cerrará con una alarmante cifra: 67 periodistas asesinados en todo el mundo, según el más reciente informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Gaza y México encabezan la lista de los lugares más peligrosos para la prensa, marcados por conflictos armados y la violencia del crimen organizado.

Gaza se ha convertido en una zona letal para los comunicadores, con al menos 29 periodistas asesinados por el ejército israelí en el ejercicio de su profesión. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, se calcula que más de 220 periodistas han muerto en la Franja. RSF señala a las fuerzas armadas israelíes como el “peor enemigo de los periodistas”.

En México, la violencia ligada al crimen organizado convirtió a 2025 en el año más mortífero para la prensa desde hace tres años. Nueve periodistas fueron asesinados en el país, reflejando lo que RSF llama una “mexicanización” de América Latina, región que concentra el 26% de los asesinatos a periodistas si se incluye el Caribe.

A nivel global, el informe revela que el 79% de los periodistas asesinados fueron víctimas de guerra o del crimen organizado. Además, 503 comunicadores siguen detenidos, principalmente en China, Myanmar, Rusia e Israel. Por otra parte, 20 están secuestrados, principalmente en Yemen, Siria y Malí, y 135 siguen desaparecidos, muchos desde hace más de 30 años.

RSF también denuncia un incremento en la represión y el exilio forzado. En países como Ecuador, al menos 55 periodistas han sido atacados en medio de protestas sociales. Mientras tanto, naciones como El Salvador, Afganistán y Bielorrusia continúan purgando a los medios independientes, forzando a decenas al exilio.

Estos datos refuerzan el panorama global de deterioro de la libertad de prensa, dominado por actores como Vladimir Putin, el gobierno militar de Myanmar, el cartel de Jalisco Nueva Generación y los talibanes, todos señalados por RSF como los principales depredadores de la libertad de expresión.

Fuentes: Reporteros Sin Fronteras, El Mundo, DW, El Financiero